jueves, 3 de octubre de 2013

Bereshit 5774: Los Secretos de la luz



Empieza un nuevo ciclo de la Torah y con ella damos inicio a unos de los misterios que se ocultan en los primeros pasukim de la parashá Bereshit. Aludimos exactamente al pasúk tres que expresa: Dijo Elokim: “Haya luz”, y la luz cobró existencia.

Hay dos tipos de luces que enseña la Cabalá del Sefer HaZohar. La primera de ellas, es la Luz que está creada desde el inicio, a partir del primer pronunciamiento de HaShem: Vayomer Elokim Yehi Or Vayehi Or. Ésta luz permite ver desde un extremo hasta otro extremo del mundo permitiendo una edición ilimitada, por lo tanto, ésta luz no la conocemos.

La segunda Luz es formada a partir de la creación de las estrellas. De ella tenemos conocimiento, pero es limitada precisamente de modo proporcional a nuestras capacidades cognitivas. Se dice que a los Tzadikim, los justos sagrados, en el tiempo por venir les está reservada la luz del primer día de la creación, para que puedan ver de un extremo a otro de lo real.

El misterio de la luz tiene muchos niveles de respuesta, pero se puede resumir de manera puntual que, la palabra Or (se escribe Alef, Vav, Reish) tiene un valor numérico de 207 similar a la palabra Raz, que es un secreto o algo oculto; desde este punto, empieza el sentido oculto. A su vez, la palabra Or viene de la misma raíz de Avír (viento) que en algunas traducciones aluden al Éter, una versión que se acerca a lo cierto. De modo que es una luz que excede al aire, y para llegar desde ese aire hasta la luz, hay que perder una Yud en el camino de la palabra Avír, para conseguir final y directamente la palabra Or.

Se ha mencionado que Orot (luces) equivalen al número 613 igual que los 613 mitzvot, y precisamente los mitzvot tienen la misión de ser luces que nosotros encendemos en el mundo de la acción. Mantenemos el trabajo en esta vida de rescatar la chispa  de luz entre la oscuridad, y por consiguiente, por cada mitzva que cumplimos sea de conexión o desconexión, positiva o de ostensión, estamos de alguna manera encendiendo luminarias. Las luces tienen que ir dentro de recipientes llamados en hebreo Keilim, y a su vez, construir esos recipientes que sean capaces de recibir estas luces. La palabra Keilim כלים  (Kaf, Lámed, Yud, Mem) corresponde al valor numérico de 100, y sumando a las 613 de 'Orot, arroja un resultado de 713 que coincide con el valor numérico de la palabra Teshuvá.

La Teshuvá en sentido íntimo y más profundo, consiste en encender las luces en los recipientes adecuados para contenerlas, de manera que las luces no excedan a los recipientes, ni ellos queden en penumbra.


Extraído de un Shiur móvil del Rav Daniel Ginerman a la Comunidad Torah en Trujillo – Venezuela.

Para más información:



Si deseas oír el audio de este shiur móvil chequea aquí: https://mixcloud.com/sifteimevaser

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