Empieza un nuevo ciclo de la Torah y con ella damos inicio a unos de los misterios que se ocultan en los primeros pasukim de la parashá Bereshit. Aludimos exactamente al pasúk tres que expresa: Dijo Elokim: “Haya luz”, y la luz cobró existencia.
Hay dos tipos de luces que enseña la Cabalá del Sefer
HaZohar. La primera de ellas, es la Luz que está creada desde el inicio, a
partir del primer pronunciamiento de HaShem: Vayomer Elokim Yehi Or Vayehi Or.
Ésta luz permite ver desde un extremo hasta otro extremo del mundo permitiendo una
edición ilimitada, por lo tanto, ésta luz no la conocemos.
La segunda Luz es formada a partir de la creación de
las estrellas. De ella tenemos conocimiento, pero es limitada precisamente de
modo proporcional a nuestras capacidades cognitivas. Se dice que a los
Tzadikim, los justos sagrados, en el tiempo por venir les está reservada la luz
del primer día de la creación, para que puedan ver de un extremo a otro de lo
real.
El misterio de la luz tiene muchos niveles de
respuesta, pero se puede resumir de manera puntual que, la palabra Or (se
escribe Alef, Vav, Reish) tiene un valor numérico de 207 similar a la palabra
Raz, que es un secreto o algo oculto; desde este punto, empieza el sentido
oculto. A su vez, la palabra Or viene de la misma raíz de Avír (viento) que en
algunas traducciones aluden al Éter, una versión que se acerca a lo cierto. De
modo que es una luz que excede al aire, y para llegar desde ese aire hasta la
luz, hay que perder una Yud en el camino de la palabra Avír, para conseguir
final y directamente la palabra Or.
Se ha mencionado que Orot (luces) equivalen al número 613 igual que los
613 mitzvot, y precisamente los mitzvot tienen la misión de ser luces que nosotros
encendemos en el mundo de la acción. Mantenemos el trabajo en esta vida de
rescatar la chispa de luz entre la
oscuridad, y por consiguiente, por cada mitzva que cumplimos sea de conexión o
desconexión, positiva o de ostensión, estamos de alguna manera encendiendo
luminarias. Las luces tienen que ir dentro de recipientes llamados en hebreo Keilim,
y a su vez, construir esos recipientes que sean capaces de recibir estas luces.
La palabra Keilim כלים (Kaf, Lámed, Yud, Mem) corresponde
al valor numérico de 100, y sumando a las 613 de 'Orot, arroja un resultado de
713 que coincide con el valor numérico de la palabra Teshuvá.
La Teshuvá en sentido íntimo y más profundo, consiste en encender las
luces en los recipientes adecuados para contenerlas, de manera que las luces no
excedan a los recipientes, ni ellos queden en penumbra.
Extraído de un Shiur móvil del Rav Daniel Ginerman a la Comunidad Torah
en Trujillo – Venezuela.
Para más información:
Si deseas oír el audio de este shiur móvil chequea aquí: https://mixcloud.com/sifteimevaser
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