COMPRENDIENDO EL POR QUÉ DE LAS COSAS
Alrededor de la historia del pueblo judío se observa distintos casos de persecución, sufrimientos, y dolores que juntos han atravesado a causa de maldades y crueldades del enemigo, y muchas veces nos preguntamos ¡¿Hasta cuándo culminará el odio y hasta cuándo permanecerán los malvados?!
Pic: נועם חן
Lágrimas
interminables descienden sobre mi rostro cada vez que observo los episodios
crueles que ha sufrido el pueblo hebreo. Sucesos como los del Holocausto, por
ejemplo, hacen llevar a mi corazón hacia dos sentimientos: Tristeza e
Impotencia.
A veces es difícil
comprender todo lo que ha sucedido en el transcurso de la historia, pero de
algo si estoy claro; los sufrimientos que nos han azotado desde épocas del
primer exilio, como está escrito en Éxodo, hasta nuestros días, nos han servido de fortaleza.
Hace poco leí que un
joven le preguntó a su Rabino lo siguiente: ¿Por qué estas personas (enemigos) nos han hecho tanto daño a lo largo del tiempo? El Rabino contestó: Yo no les
llamaría -enemigos-, sino pruebas, aclaró. Al leer esto me entró un aire de
fuerza, de Fe. Inmediatamente recordé las palabras de otro Maestro quien afirmó
que cada dolor y sufrimiento por el que pasó, pasa y pasará el pueblo Judío
servirá para fortificar su Fe y nunca para debilitarla.
Pero a pesar de
obtener la fuerza que necesitaba, no dejaba de preguntarme ¿Por qué aún viven
los malvados? y al transcurrir de los días me encuentro con tan completa
respuesta que conseguí en el Zohar HaKadosh,
pues al igual que muchos, los Sabios también se preguntaron por qué es que
tanto pecadores y transgresores viven todavía y están activos.
La razón es que Di-s mira
hacia adelante y ve que un hombre, aunque pecador ahora, puede subsiguientemente
volverse virtuoso, enseña el Zóhar. Continúa aclarando que Hashem lo juzga
favorablemente, pues es posible que esté (el malvado) destinado a tener un hijo
(generación más adelante) virtuoso. De esta manera se demuestra que los juicios
de Di-s se inclinan a la benevolencia como está escrito “¿Tengo yo
algún placer en la muerte del malvado, dice HaShem, y no más bien que se vuelva
de su camino y viva?”
Con lo explicado anteriormente,
me hizo recordar el caso de Rut la descendiente de los Moabitas, pues ella a
través de un propósito del Altísimo, cambió la historia de sus antepasados (enemigos
de Israel), para ella convertirse en una mujer virtuosa y justa que amó al Creador,
su Torá y al pueblo de Israel.
Basta con refrescar
un poco nuestro estudio sobre este caso, para darse cuenta que en medio de
dolores y angustia, todo es para bien. Quizás al momento no haya una respuesta,
pero se debe mantener la Fe en el Todopoderoso, ya que se sabe que todo se
acciona bajo el permiso de Di-s como dice en Eijá (Lamentaciones) 3:37, ¿Quién puede decir algo y hacer que suceda sin que HaShem
lo ordene? ¿No proceden ambas cosas, las buenas y las malas de la boca del Altísimo?
Sucede,
pues, que si aún viven los malvados es porque así lo permite el Creador, para
enseñarnos que todo sucede por algún motivo. Entre tanto, hay que mantener la
fuerza de la fe en El Eterno, porque al final sucederá la salvación. Y así como
Ruth, quien provino de una descendencia malvada, Hashem cambió el rumbo del mal
para hoy convertirlo en esperanza, la misma que es aquella que saldrá de Ruth con el
título de: Mashiaj.
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